lunes, 1 de febrero de 2016

El frasco de la calma

Dentro de las ideas de María Montessori, desarrolló una gran idea revolucionaria para calmar las rabietas de los niños/as: "el frasco de la calma". Idóneo a partir de los 2 años.
Se trata de un frasco de plástico lleno de agua, pegamento y purpurina que se utiliza en momentos de pena, llanto, rabia o estrés. Simplemente consiste en agitarlo para que el niño/a se distraiga con el brillo y las formas. Ello le calmará enfocando su atención en el frasco.
No sólo sirve para calmar una rabieta, sino que funciona a largo plazo. Poco a poco se irá haciendo más consciente de su respiración. Cada vez que se sienta nervioso o estresado cogerá el frasco para despejar su mente mediante ejercicios de respiración y concentración. Terminará adorando al frasco de la calma.

Importante: No considerar este método como castigo, sino como una terapia que ayuda a superar la frustración.

MATERIALES:
  • Frasco de plástico (o vidrio)
  • 1 o 2 cucharadas de pegamento con purpurina
  • 3 o 4 cucharadas de purpurina de color
  • 1 gota de colorante para comida
  • Agua caliente
  • Champú para niños transparente
  • Pistola de silicona


¿CÓMO SE HACE?
  1. Mezclar todos los materiales dentro del frasco, dejando un hueco de aire para que haya movimiento.
  2. Se pueden incluir también juguetes.
  3. Pegar la tapa del frasco con silicona

No hay comentarios:

Publicar un comentario